Los ultrarrealistas, ultramonárquicos, ultraabsolutistas o realistas absolutos, puros, ardientes, exagerados, exclusivos, fuertes, etc. (en francés: ultraroyalistes, ultra-monarchistes, royalistes absolus, purs, ardents, exagérés, exclusifs, pointus, etc.);[1] también llamados ultras, fueron la corriente monárquica que, proveniente de las fuerzas contrarrevolucionarias de la Revolución francesa, constituyó la fuerza política dominante durante la Restauración borbónica en Francia, de 1814 a 1830. Su influencia decreció durante la Monarquía de Julio (1830-1848) pero subsistió hasta 1879. Abogaban por el restablecimiento de los valores del Antiguo Régimen, las prerrogativas de la nobleza y la Iglesia católica, y por una forma de gobierno en la que el poder del rey fuera absoluto.
Al igual que el régimen de la Restauración francesa, se oponían a las ideas liberales, republicanas y demócratas, llegando a ser más extremistas que el propio rey Luis XVIII. Este se vio de hecho obligado a templar las condiciones de la restauración de la Casa de Borbón en el trono para que fuese aceptada por el pueblo francés, lo que llevó a los ultras a declararse «más monárquicos que el rey». El Conde de Artois, hermano menor de Luis XVIII, era el líder de esta corriente y su llegada al poder en 1824 como Carlos X colmó las aspiraciones de este partido.